viernes, 29 de febrero de 2008

PESADILLA

Se esparce al alma
El segundo reptante por
La ciénega de tu cerebro

Se abre tu cráneo y dejas escapar
Tu dulce libertad
La tenías atada y castrada.

Una voz, arguyendo dulces mentiras
Palabras tibias en rededor tuyo y luego
Dejas tus pasos
Dejas tus huellas
Oscilando al vacío…

Dejas tu respirar
Quebrantas la regla
La ley, tu luz
Tú guía
Asesinas tu moral en el oscuro vacío…


Ahora es el paisaje viejo que soñaste
Árboles trepando por tu sombra
Y tus huesos arrastrando en hilachos,
Hilachos de tendón, carne y nervio
Portas tú mascara preferida:
Sangre en la cara, esbozas una diabólica sonrisa.
Sabes de tu sueño,
Sabes de tu existencia y la del mundo
Pero temes estar demasiado cerca.
Te atropella la cobardía
No la encara tu voluntad
Tu voluntad podrida
Y de pesado cascaron aun húmedo
Hay alguien en tu cabeza
Que sabes ajeno a ti
Ajeno a tus ojos
Ajeno a tus pies
A tu camino.

Te enfrentas al pasado de manera burlona
Lo atacas con tu mejor arma:
La risa.
Pero ahora es distinto
Ya nadie ríe
Todo se ha eclipsado
Desde tu vientre hasta el mundo
Solo permanecen las sombras
Y el vacío demoníaco que existe
Dentro de tu soledad
Tu soledad
Tan tuya que ya no la puedes compartir
Ni aun rodeado de esos ojos torpes
Y funestos que amablemente te ofrecen
Su garra…
Pides ayuda
Estiras la mano y solo consigues más
Hilachos de sangre
Reconoces y comprendes donde te encuentras
Intentas gritar y otro grito
Apaga el tuyo
Es difícil
Y te ves perdido
Pues desde tu cascaron, hasta aquí,
Lo has estado
Perdido, perdido.

Te arrastras ahora
Tus fuerzas se desvanecen
Estiras solo un soplo de vida
E intentas romperlo arrastrándote con el vientre
Arrastrándote como perro herido

Donde quedo tu amor?
Te lo escondiste bajo los pies?
Te descuidaste y lo pisaste?
En donde te dejaste a ti mismo?
Añoro la hermeticidad de tu corazón
Pues ahora lo veo destrozado.

Te arrepientes de tu perra vida?
E intentas luchar?
Es vano el esfuerzo…
Y con que?
Con que remedias tu sucia vida?
¿Ensuciándola?

La seda de la noche te invita a
Soñar
A despertar
Y a morir
Donde lo que sigue es negro
Tus temores te atan
Y no puedes comprender a la humanidad
Pues no te comprendes tu mismo
Y te miras en el espejo de tu calabozo
Y solo observas una irónica sonrisa
Blasfemando diabólicamente…

Despiertas y la mente te da un vuelco y buscas en tus
Recuerdos y en ese fugaz rayo de sol a aquella niña que
Beso tus labios por primera vez. Extrañas su piel
Y su tierna voz que conoce quien eres donde estas.
Porque ella no se encuentra aquí?
Porque se fue sin decirte a donde?
Porque lloras niño?...
Porque se evaporan tus lagrimas?...




1 comentario:

Claudia Batista dijo...

Zzzzzzzz...Ah, si, que... que...?